Comencé mi trayectoria profesional como psicólogo clínico y terapeuta familiar trabajando con niños con problemas de salud mental y sus familias en contexto psicopediatrico.
Después de mi breve pero fundamental estancia el Nuovo Centro perlo Studio della Famiglia de Milano tuve la oportunidad de trabajar con familias con niños y adolescentes en dificultad psicosocial. Esos años en los que abordamos familias en las que había abuso sexual o maltrato, negligencia, alcoholismo, jóvenes que cometían sus primeros delitos, personas que habían atentado contra la libertad sexual o cometido actos violentos, me dejaron como enseñanza la intensidad con la que podemos dañarnos unos a otros, la presencia continua en las víctimas de violencia de la necesidad de recibir justicia y de preservar su dignidad, las formas en las que el dolor se transmite de generación en generación, la necesidad de sostener la incertidumbre y buscar la esperanza incluso donde no esperamos encontrarla, y que los relatos de nuestras vidas nos pueden cautivar o liberar
Mi forma de trabajar es, en consecuencia, integrativa, sosteniéndose principalmente en el enfoque sistémico, la psicología narrativa, la bioética y la Práctica Basada en la Respuesta.
Como dice el gato de Cheshire "se sale del bosque si andas lo bastante," pero es más fácil hacer el camino si uno se encuentra con personas hospitalarias y generosas que comparten lo que tienen y lo que saben. En ese sentido no sería quien soy ni estaría donde estoy si no me hubiera encontrado con Ricardo Ramos, Gustavo Sapere, Matteo Selvini, los miembros del Response Basic Center y sobre todo, Nuria Varela.
Javier Aznar